Yo tampoco sé si soy Sinhué o es que estoy conversando con él. Lo único cierto es que se aproxima el verano y mi otro yo ha de coger la bandeja y correr por entre las mesas de terraza para ganarse la vida: "Buenas tardes, ¿os pongo algo para beber mientras miráis la carta?".
Por cierto, se me acaba de ocurrir, aprovecharé la temporada para dar voz a uno de los colectivos más puteados y ninguneados del panorama laboral de nuestros días. ¡Ya os contaré!.
Mientras me alejo voy ensayando la letanía: ¿Ha elegido ya el señor?. ¿Las angulas estaban de su gusto?. ¿A qué temperatura tomarán el vino?. Sinceramente: ¡el cochinillo de nuestro chef no tiene parangón!. La señora, si se me permite decirlo, está más espléndida aún que el año pasado. Tu pequeño, Encarnita, sigue siendo un diablillo. La toilette a la derecha. Al café corto, en vaso alto, con leche templada, sacarina, dos cubitos de hielo, un absorvente y sin platillo; ¿le pongo también un chispazo de anís don Ramón?... Os permito que hagáis vosotros la traslación o traducción a lenguaje popular.
A todos los camareros. Incluso a los bordes.
Jaht
1 comentario:
Ahora que me estoy instalando de nuevo en mi casa, tendré tiempo para venir a leer y disfrutar tus historias, por eso, aunque sea una a la semana, no nos prives de ellas.
No sé si viste mi propuesta, de participación en el programa de radio que me gustaría hacer, y que te dejé hace ya un tiempo... como no me has constestado nada... igual se te pasó :)
No pierdo la esperanza de que me digas algo.
Un abrazo.
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