Bajo un portal.
Piedras mojadas y brillantes.
El agua se vuelca de la paleta del cielo y pinta, transparentes, todos los colores que ya agonizaban de sed.
La niñez vuelve y el tipo calvo y panzudo se convierte en estatua que corre, sólo los ojos vivos, por las calles del pueblo.
Todos esperan. La lluvia es el preludio de algo que va a pasar. Mientras tanto es el agente encargado de repartir paz y sosiego.
Todo duerme, salvo los buenos y balsámicos recuerdos.
Piedras mojadas y brillantes.
El agua se vuelca de la paleta del cielo y pinta, transparentes, todos los colores que ya agonizaban de sed.
La niñez vuelve y el tipo calvo y panzudo se convierte en estatua que corre, sólo los ojos vivos, por las calles del pueblo.
Todos esperan. La lluvia es el preludio de algo que va a pasar. Mientras tanto es el agente encargado de repartir paz y sosiego.
Todo duerme, salvo los buenos y balsámicos recuerdos.
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